LA
VEJEZ DESDE UNA MIRADA DEL DESARROLLO HUMANO
Dimensión
de desarrollo social o cultural.
Esta es una dimensión
marcada por los principales estereotipos que se expresan en una representación
social acerca de la vejez, en los prejuicios contra la vejez.
Entre estos prejuicios
negativos que la cultura ha puesto para la vejez se encuentran los siguientes:
"La vejez como antesala de la muerte", "Llegar a viejo es
quedarse solo", "La vejez como sinónimo de enfermedad",
"Para el viejo todo se acaba".
Es bastante común
identificar al anciano con el mundo del dolor, porque creemos erróneamente que
llegar a viejo es enfermedad una tras otra, aparte de pensar que las angustias
y los temores por la muerte son quizá más frecuentes por tener ciertos años.
Existen de igual manera
concepciones de carácter social que ofrecen una imagen muy positiva de la
vejez, no tan comunes en nuestra cultura pero que si sobresalen. Es el caso de expresiones tales
como "La vejez, edad dorada", "La vejez hermosa época de
cosecha, de paz y de tranquilidad".
Todas las edades son portadoras de opiniones
sociales, pero sin duda la Tercera Edad constituye una etapa de la vida muy
influenciada y determinada por la
opinión social, por la cultura donde se desarrolle el anciano. Hoy día la
cultura tiende mayoritariamente a estimular para la vejez el sentimiento de
soledad, limitaciones en la vida sexual y de pareja y de la propia
funcionalidad e integración social del anciano.
Por tanto lo cultural
no ha de cargar a los años, más de lo que le corresponde. "Quítense de
encima mitos y prejuicios que han estigmatizado la vejez".
Entre los autores más
representativos que han estudiado esta edad, y en particular el problema de los
prejuicios contra la vejez lo son Leopoldo Zalvarezza, psicogeriatra argentino
cuando dice: "la vejez es un tema conflictivo, no solo para el que la vive
en sí mismo, sino también para aquellos que sin ser viejos aún, diariamente la
enfrentan desde sus roles profesionales de médico, psicólogo, asistente social,
enfermero, o como hijo, como colega, como socio, como vecino, o como un simple
participante anónimo de las multitudes que circulan por nuestras grandes
ciudades".
Este autor de formación
psicoanalítica ha realizado una sistematización de las teorías que han
contribuido al estudio de la vejez, enfatizando como la teoría del desapego
(disengagement theory) de E Cummings y W. E.
Esta teoría permitió favorecer y justificar
socialmente el apartamiento progresivo como necesario de los ancianos debido a
que entran a la edad de la muerte. Zalvarezza identifica entonces con el
criterio de viejismo ese conjunto de prejuicios negativos contra la vejez con
los cuales él no está de acuerdo.
Es por esto que se
puede evidenciar que las características de esta edad y sus correspondientes
prejuicios dependen en gran medida de las condiciones sociales y económicas que
conforman una cultura determinada, así como de una época determinada.
“El psicólogo español
Dr. José Buendía, profesor de la Universidad de Murcia, considera un error la
segregación de los ancianos en instituciones y localidades creadas al efecto,
que no debe en modo alguno olvidarse que el principal esfuerzo debe ir dirigido
al desarrollo y mantenimiento de servicios que posibiliten la asistencia eficaz
al anciano, sin necesidad de que este abandone su entorno social"
Dimensión
de desarrollo de la familia
La familia como grupo
de intermediación entre el individuo y la sociedad constituye una dimensión
imprescindible y autóctona para el avance y desarrollo de la Tercera Edad, por
dos razones fundamentales:
§ Primero
porque la vejez es la última etapa del desarrollo del ciclo vital, comprometiendo e involucrando a
la familia como fuente primaria en el desarrollo de este proceso.
§ En segundo lugar debido a que la mayoría de
los ancianos debieran vivir en condiciones de convivencia familiar para que su
vida se desarrolle siempre con total plenitud.
En el libro "El
ciclo vital de la familia" su autor el Dr. Lauro Estrada Inda refiere que
"una familia sin viejos es una familia sin complemento histórico, una
familia mutilada". e identifica un conjunto de
eventos familiares que acontecen en la sexta fase del ciclo vital que predomina
la vejez.
Otros autores la llaman
"Vejez o Muerte" "De las recompensas" "o De los años
Dorados".
En esta etapa se
aprecia significativamente el matrimonio como vínculo de compañía. Al aumentar
la esperanza de vida, crece el número de parejas que llegan como tal a la
última etapa del desarrollo de la familia.
Cuando la viudez aparece en el hombre, los
autores como Simone de Beauvoir refieren que se vivencia con mayor soledad que
en el caso de la viuda, es decir, "las personas que padecen de desolación
son más los viudos que las viudas".
Y es ahí donde la
familia entra a ser el principal recurso para mitigar la soledad, para aportar
seguridad, para socializar, evitando el aislamiento y fortaleciendo un envejecimiento activo, seguro y saludable. En
resumen, el Adulto Mayor es un activo social al que no podemos renunciar.
Dimensión
de desarrollo individual
Entre los teóricos del
desarrollo que han identificado todas las etapas del ciclo vital se encuentra
sin dudas Erik Erikson, cuando formuló ocho fases de desarrollo psicosocial
entre las que se encuentra la vejez como relación de crisis entre integridad
del yo vs desesperación. O como Charlotte Buhler al identificar a la vejez como
estadio en que el individuo deja de concentrarse en metas futuras.
La tercera edad
constituye una etapa de desarrollo humano entendiendo la situación social del
desarrollo como combinación particular de las condiciones internas y externas
del desarrollo, que dan lugar al surgimiento de nuevas formaciones psicológicas
típicas de una nueva etapa, donde nos enfrentamos al reto de caracterizar la misma
en la etapa de la Tercera Edad.
En el caso de la
Tercera Edad no cabe duda que la comunicación constituye la necesidad básica
para el anciano, ya sea con sus amistades o con la familia. Sin embargo no hay
una actividad única que identifique la etapa
de la vejez.
De modo que se podría
afirmar que esta depende del contexto cultural donde el individuo practique su
ancianidad. En algunos casos lo constituiría la actividad de recreación u
organización de tiempo libre. En otros casos la actividad de post- jubilación
se identificaría como trabajo doméstico.
Con relación a las
nuevas formaciones psicológicas típicas del adulto mayor se podría identificar
dos formaciones principales: la elaboración de duelos ante la posibilidad de la
muerte y frecuencia de pérdidas en general, así como también la necesidad de
legar o trascender en el otro, fundamentalmente en los nietos.
QUELY GARCIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario