domingo, 14 de octubre de 2012

VEJEZ: Dimensión de desarrollo social o cultural



LA VEJEZ DESDE UNA MIRADA DEL DESARROLLO HUMANO
Dimensión de desarrollo social o cultural.



Esta es una dimensión marcada por los principales estereotipos que se expresan en una representación social acerca de la vejez, en los prejuicios contra la vejez.
Entre estos prejuicios negativos que la cultura ha puesto para la vejez se encuentran los siguientes: "La vejez como antesala de la muerte", "Llegar a viejo es quedarse solo", "La vejez como sinónimo de enfermedad", "Para el viejo todo se acaba".
Es bastante común identificar al anciano con el mundo del dolor, porque creemos erróneamente que llegar a viejo es enfermedad una tras otra, aparte de pensar que las angustias y los temores por la muerte son quizá más frecuentes por tener ciertos años.
Existen de igual manera concepciones de carácter social que ofrecen una imagen muy positiva de la vejez, no tan comunes en nuestra cultura pero que  si sobresalen. Es el caso de expresiones tales como "La vejez, edad dorada", "La vejez hermosa época de cosecha, de paz y de tranquilidad".
 Todas las edades son portadoras de opiniones sociales, pero sin duda la Tercera Edad constituye una etapa de la vida muy influenciada y  determinada por la opinión social, por la cultura donde se desarrolle el anciano. Hoy día la cultura tiende mayoritariamente a estimular para la vejez el sentimiento de soledad, limitaciones en la vida sexual y de pareja y de la propia funcionalidad e integración social del anciano.
Por tanto lo cultural no ha de cargar a los años, más de lo que le corresponde. "Quítense de encima mitos y prejuicios que han estigmatizado la vejez".
Entre los autores más representativos que han estudiado esta edad, y en particular el problema de los prejuicios contra la vejez lo son Leopoldo Zalvarezza, psicogeriatra argentino cuando dice: "la vejez es un tema conflictivo, no solo para el que la vive en sí mismo, sino también para aquellos que sin ser viejos aún, diariamente la enfrentan desde sus roles profesionales de médico, psicólogo, asistente social, enfermero, o como hijo, como colega, como socio, como vecino, o como un simple participante anónimo de las multitudes que circulan por nuestras grandes ciudades".
Este autor de formación psicoanalítica ha realizado una sistematización de las teorías que han contribuido al estudio de la vejez, enfatizando como la teoría del desapego (disengagement theory) de E Cummings y W. E.
 Esta teoría permitió favorecer y justificar socialmente el apartamiento progresivo como necesario de los ancianos debido a que entran a la edad de la muerte. Zalvarezza identifica entonces con el criterio de viejismo ese conjunto de prejuicios negativos contra la vejez con los cuales él no está de acuerdo.
Es por esto que se puede evidenciar que las características de esta edad y sus correspondientes prejuicios dependen en gran medida de las condiciones sociales y económicas que conforman una cultura determinada, así como de una época determinada.
“El psicólogo español Dr. José Buendía, profesor de la Universidad de Murcia, considera un error la segregación de los ancianos en instituciones y localidades creadas al efecto, que no debe en modo alguno olvidarse que el principal esfuerzo debe ir dirigido al desarrollo y mantenimiento de servicios que posibiliten la asistencia eficaz al anciano, sin necesidad de que este abandone su entorno social"



Dimensión de desarrollo de la familia

La familia como grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad constituye una dimensión imprescindible y autóctona para el avance y desarrollo de la Tercera Edad, por dos razones fundamentales:
§  Primero porque la vejez es la última etapa del desarrollo del  ciclo vital, comprometiendo e involucrando a la familia como fuente primaria en el desarrollo de este proceso.
§   En segundo lugar debido a que la mayoría de los ancianos debieran vivir en condiciones de convivencia familiar para que su vida se desarrolle siempre con total plenitud.
En el libro "El ciclo vital de la familia" su autor el Dr. Lauro Estrada Inda refiere que "una familia sin viejos es una familia sin complemento histórico, una familia mutilada". e identifica un conjunto de eventos familiares que acontecen en la sexta fase del ciclo vital que predomina la vejez.
Otros autores la llaman "Vejez o Muerte" "De las recompensas" "o De los años Dorados".


En esta etapa se aprecia significativamente el matrimonio como vínculo de compañía. Al aumentar la esperanza de vida, crece el número de parejas que llegan como tal a la última etapa del desarrollo de la familia.
 Cuando la viudez aparece en el hombre, los autores como Simone de Beauvoir refieren que se vivencia con mayor soledad que en el caso de la viuda, es decir, "las personas que padecen de desolación son más los viudos que las viudas".
Y es ahí donde la familia entra a ser el principal recurso para mitigar la soledad, para aportar seguridad, para socializar, evitando el aislamiento y fortaleciendo un  envejecimiento activo, seguro y saludable. En resumen, el Adulto Mayor es un activo social al que no podemos renunciar. 

Dimensión de desarrollo individual


Entre los teóricos del desarrollo que han identificado todas las etapas del ciclo vital se encuentra sin dudas Erik Erikson, cuando formuló ocho fases de desarrollo psicosocial entre las que se encuentra la vejez como relación de crisis entre integridad del yo vs desesperación. O como Charlotte Buhler al identificar a la vejez como estadio en que el individuo deja de concentrarse en metas futuras.
La tercera edad constituye una etapa de desarrollo humano entendiendo la situación social del desarrollo como combinación particular de las condiciones internas y externas del desarrollo, que dan lugar al surgimiento de nuevas formaciones psicológicas típicas de una nueva etapa, donde nos enfrentamos al reto de caracterizar la misma en la etapa de la Tercera Edad.

 
En el caso de la Tercera Edad no cabe duda que la comunicación constituye la necesidad básica para el anciano, ya sea con sus amistades o con la familia. Sin embargo no hay una actividad  única que identifique la etapa de la vejez.
De modo que se podría afirmar que esta depende del contexto cultural donde el individuo practique su ancianidad. En algunos casos lo constituiría la actividad de recreación u organización de tiempo libre. En otros casos la actividad de post- jubilación se identificaría como trabajo doméstico.
Con relación a las nuevas formaciones psicológicas típicas del adulto mayor se podría identificar dos formaciones principales: la elaboración de duelos ante la posibilidad de la muerte y frecuencia de pérdidas en general, así como también la necesidad de legar o trascender en el otro, fundamentalmente en los nietos.
QUELY GARCIA

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