Comentario:
El amor en esta etapa
de la vida es vital y trascendente para el adulto mayor que lo está
experimentando, pues llegar a “viejo” no significa que los sentimientos ya no
afloran y que su corazón ya no palpite cuando sienta cerca el amor de
su vida, o que en su estomago no se sientan las maripositas que todos alguna
vez en la vida hemos experimentado cuando vemos pasar a la persona que nos
desvela.
Llegar a esta etapa por
lo contrario significa acrecentar aun mas nuestros vínculos afectivos con
nuestra pareja, significa tener más control emocional frente a las sensaciones
que nos produce estar cerca de la persona amada, significa que aun con más
fuerza y más pasión se siente y se vive el amor verdadero; pues los años no
llegan solos, como dice el adagio popular, los años llegan con más experiencia,
con más ganas de vivir esa vida que aun nos queda, con más entusiasmo de seguir
cultivando sentimientos y emociones producidas por experimentar el amor.
Uno de los “mitos” o
falsas creencias que persisten en la actualidad es el relacionado con el amor y
la sexualidad en la tercera edad, etapa concebida en múltiples ocasiones como
“necesariamente” inactiva respecto a relaciones de pareja; pero es que acaso en
este ciclo la persona fisiológicamente muere? Todo lo contrario, es cuando más
sensible se está, pues los sentimientos que se experimentan junto con las
emociones y sensaciones son aun más expresivas, emotivas y cabria decir que
verdaderas, pues a esta edad ya se está muy seguro de lo que se tiene y quiere,
a esta edad ya no hay cabida de dudas ni de desbalance sentimental ni
emocional.
En esta etapa es cuando
con mucha más fuerza se experimenta el verdadero amor, ya que este no se apoya
en lo físico, puesto que esta atracción es muy cambiante y depende de muchas
variables. En cambio, sí se basa en lo espiritual, donde la relación se da a un
nivel más profundo, soportada por los sentimientos y los pensamientos.
Esta espiritualidad
requiere de un trabajo constante para perdurar y fortalecerse.
En la edad adulta, el
amor madura y se transforma, debido a que se ha escapado al imperio de las
pasiones y el romanticismo exagerado.
Las parejas de la
tercera edad, han aprendido a compartir, tanto los buenos momentos y recuerdos,
como las enfermedades, achaques y las pérdidas. Todos estos factores favorecen
el compañerismo y la cooperación de la pareja, fortaleciendo aun más sus
vínculos y su vida sentimental.
QUELY GARCIA
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